top of page

Padres enfrentan el regreso a clases en Washington con temor al ICE y redadas federales

  • unlen Serfaty y Shania Shelton, CNN
  • 1 sept
  • 4 Min. de lectura
Miembros de la Guardia Nacional de Luisiana, portando sus armas de fuego, patrullan la Estación Unión durante la temporada de regreso a clases en Washington, el 25 de agosto.José Luis González/Reuters
Miembros de la Guardia Nacional de Luisiana, portando sus armas de fuego, patrullan la Estación Unión durante la temporada de regreso a clases en Washington, el 25 de agosto.José Luis González/Reuters

Junto con la emoción que suele acompañar el inicio del año escolar, padres y estudiantes en Washington tienen este año algo nuevo con lo que lidiar: cómo enfrentar un despliegue de fuerzas federales y una ofensiva inmigratoria en la capital de Estados Unidos.


En una escuela intermedia, donde muchos estudiantes son minorías, padres y maestros tomaron precauciones adicionales acompañando a los niños de ida y vuelta desde Union Station, la concurrida estación de tren de la ciudad, mientras miembros de la Guardia Nacional patrullaban la zona.


Los padres, que sostenían carteles identificándose como tutores y acompañantes de estudiantes, fueron abordados por agentes que les advirtieron que no podían “merodear” en la mañana del primer día de clases, según contó uno de los padres involucrados.


Otra madre, que se ofreció como voluntaria en el sistema, lleva su pasaporte cuando acompaña a los estudiantes, aunque es ciudadana estadounidense. Pidió que no se publicara su nombre por motivos de seguridad y privacidad, y dijo estar “aterrada” de que los niños sean objeto de perfilamiento o queden atrapados en un operativo.


“Es difícil”, le dijo a CNN. “Estaba llorando porque sentía que era un riesgo salir a proteger a mi hija y a sus compañeros, pero también era necesario cuidarlos”.


Las escuelas en todo Washington están creando protocolos para contrarrestar los temores —incluso entre quienes tienen estatus legal— que se han instalado en esta temporada de regreso a clases tras reportes de agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) en escuelas y un aumento de arrestos desde que la Casa Blanca asumió el control de la Policía Metropolitana de Washington. En las dos semanas a partir del 7 de agosto, funcionarios federales arrestaron a más de 300 personas en Washington por asuntos relacionados con su estatus migratorio.


“¿Cuál es su política frente al ICE?”

Los padres han estado planteando nuevas preguntas sobre el regreso a clases, dijo Jeannine Piacenza, directora ejecutiva de CommuniKids, un preescolar de inmersión en idiomas en Washington y Virginia.


“Lo normal es preguntar si servimos frutas orgánicas en la merienda o cuánto tiempo duermen los niños”, comentó. “Lo inusual fue: ‘¿Cuál es su política frente al ICE?’”.


La ansiedad también se ha extendido al personal, el 90 % de ellos inmigrantes, explicó Piacenza. El personal hispanohablante se siente vulnerable porque teme ser objeto de perfilamiento, añadió.


Como medida preventiva, CommuniKids recomendó a los maestros llevar sus pasaportes en el trabajo. Y la escuela estableció protocolos en caso de una visita del ICE, instruyendo al personal a contactar a la dirección escolar y al Departamento de Policía Metropolitana.


Una maestra trabaja con estudiantes mientras comienza el año escolar en CommuniKids, un preescolar de inmersión lingüística en Washington.CNN
Una maestra trabaja con estudiantes mientras comienza el año escolar en CommuniKids, un preescolar de inmersión lingüística en Washington.CNN

Además, funcionarios escolares pasaron meses asegurándose de tener la documentación adecuada para demostrar el estatus legal de cualquier inmigrante en el personal.


“Jamás hubiera imaginado en la vida que tendríamos que llevar pasaportes en Estados Unidos”, dijo Piacenza. “Nunca pensé que vería a la Guardia Nacional patrullando una ciudad donde no hay disturbios ni protestas”.


Una maestra dijo que llevar su pasaporte en su bolso cruzado verde todo el tiempo le da algo de tranquilidad.


“Cuando salgo, cada vez que salgo o donde sea que vaya, siempre conmigo, sí, siempre, incluso en el baño. Lo mantengo conmigo todo el tiempo”, contó la maestra.


Karla Marrero Santos, cuya hija asiste a CommuniKids, dijo que tiene miedo de hablar español cuando sale por temor a ser identificada. Ha notado que los hispanohablantes han sido objeto de perfilamiento y dijo que no sabe qué pasaría si se encuentra en el lugar y momento equivocados.


“Me da miedo hablar mi idioma, y me limito al inglés solo para sentirme segura. Especialmente cuando estoy con mi hija afuera. Nunca en mi vida pensé que estaría en esta situación”, afirmó.


Santos dijo que cree en los beneficios de que los niños aprendan tanto inglés como español en la escuela, pero le preocupa que el colegio sea objetivo de las autoridades.


Otra madre con hijos en edad escolar, que pidió no revelar su nombre por motivos de privacidad, dijo: “La gente tiene miedo, incluso quienes cuenta con documentos”. Le preocupa que las autoridades “detengan primero” y “pregunten después”.


Medidas de seguridad adicionales

Otras escuelas también han tomado precauciones adicionales para garantizar que los estudiantes se sientan seguros en el regreso a clases. Una escuela pública chárter de Washington destinó fondos de su presupuesto anual para contratar un autobús privado que lleve a los alumnos desde y hacia el metro, según un administrador que trabaja en escuelas públicas y que pidió no ser identificado porque no está autorizado a hablar del tema.


La escuela tiene “mucho temor” de las consecuencias financieras de las decisiones que ha tenido que tomar, dijo el administrador, y advirtió que no es algo que pueda sostenerse en el tiempo.


El colegio, cuyos estudiantes provienen en su mayoría de familias latinas, también reforzó sus protocolos de seguridad, indicando a los maestros que contacten a la dirección si aparecen agentes federales. Se instruyó a los docentes a decirles que no pueden ingresar al campus sin una orden firmada por un juez.


 
 
 

Comentarios


bottom of page